¿Por qué se asocian las calabazas a Halloween?

¿Por qué se asocian las calabazas a Halloween?

Cada vez que octubre se acerca a su fin, nuestras calles y hogares se visten de calabazas decoradas con expresiones misteriosas, popularmente conocidas como Jack-o’-lanterns, como un homenaje a Halloween.

Pero, ¿alguna vez te has preguntado cuál es la razón detrás de la fuerte conexión entre las calabazas y esta festividad? Explorar esta pregunta nos sumerge en un intrigante remolino de tradiciones, narraciones y cambios culturales que tienen raíces centenarias.

Orígenes celtas: Samhain

Para adentrarnos en la relación entre las calabazas y Halloween, es imperativo retroceder en el tiempo y explorar los orígenes celtas de esta festividad. Samhain, una celebración que tenía lugar alrededor del 31 de octubre, marcaba el fin de la temporada de cosecha y el inicio del invierno en regiones como la antigua Irlanda, Escocia y partes de Gran Bretaña. Durante Samhain, se creía fervientemente en la cercanía de los reinos de los vivos y los muertos, lo que permitía a los espíritus de los difuntos retornar a la Tierra.

La tradición celta de Samhain englobaba la edificación de fogatas y la realización de rituales con el fin de rendir homenaje a los ancestros y, al mismo tiempo, protegerse de las influencias malignas de los espíritus. En esta festividad, se utilizaban nabos y rábanos, en lugar de las calabazas que conocemos hoy, para confeccionar linternas que simbolizaban la presencia de estos espíritus. Estas linternas se colocaban estratégicamente en ventanas y puertas, desempeñando el doble propósito de guiar a los espíritus benevolentes y alejar a los inquietantes.

La leyenda de Jack-o’-lantern

La narrativa de Jack-o’-lantern, transmitida a lo largo de las generaciones, desempeña un papel crucial en el entendimiento de la conexión entre las calabazas y Halloween. Esta leyenda relata la historia de un agricultor irlandés llamado Jack, quien logró engañar al diablo en dos ocasiones diferentes. En la primera ocasión, persuadió al diablo para que trepara a un árbol y, hábilmente, inscribió una cruz en el tronco, impidiendo su descenso. En la segunda ocasión, Jack logró convencer al diablo de concederle un año adicional de vida antes de que este lo llevara al inframundo.

Calabaza de Halloween

Cuando el momento finalmente llegó para Jack, se encontró en un dilema, ya que ni el cielo ni el infierno estaban dispuestos a recibirlo debido a sus artimañas y argucias. El diablo, en respuesta, lanzó una brasa encendida hacia Jack, quien, ingeniosamente, la alojó en un nabo ahuecado y la empleó como una linterna. A partir de entonces, Jack vagó como un espíritu errante por la Tierra, guiando su camino con esta peculiar linterna. Esta narrativa se convirtió en un componente esencial de Samhain y, más adelante, de Halloween, con la transformación de los nabos huecos en calabazas debido a su disponibilidad y la facilidad con la que podían ser talladas en América del Norte.

Influencia de la inmigración irlandesa

La llegada de los irlandeses a América del Norte en el siglo XIX introdujo las tradiciones de Samhain y la leyenda de Jack-o’-lantern a un nuevo continente. Este flujo de inmigrantes trajo consigo una rica herencia cultural, y con el tiempo, las calabazas sustituyeron gradualmente a los nabos utilizados en Irlanda debido a su mayor tamaño y facilidad de tallado, lo que marcó el inicio de la tradición de las Jack-o’-lanterns tal como las conocemos hoy en día.

A medida que avanzaba el tiempo, las Jack-o’-lanterns se establecieron como una popular forma de decorar viviendas durante la celebración de Halloween. Los diseños evolucionaron con el tiempo, distanciándose de los símbolos celtas originales y adoptando una diversidad de formas, desde caras sonrientes hasta expresiones espeluznantes. Esta tradición no solo se limitó a la decoración, sino que también se convirtió en un mecanismo para que los niños se protegieran de espíritus malévolos y, de paso, obtuvieran dulces en el famoso rito del «truco o trato».

Truco o trato

El renacimiento de la tradición

A lo largo del siglo XX, Halloween experimentó un renacimiento que lo catapultó hacia la condición de festividad cada vez más arraigada en los Estados Unidos y en diversas partes del mundo. A medida que la celebración adquiría un carácter más contemporáneo, las calabazas seguían siendo un componente esencial en la decoración y las festividades.

En paralelo, la creciente comercialización de Halloween llevó a que las calabazas se erigieran como un producto destacado de la temporada. Campos de cultivo y mercados comenzaron a ofrecer una amplia gama de estas emblemáticas frutas otoñales, brindando a las familias la oportunidad de seleccionar sus propias calabazas para tallar y adornar. En este contexto, la tradición de esculpir calabazas evolucionó para convertirse en un entretenimiento familiar, fomentando la cohesión durante el periodo de Halloween.

Cuando observes las Jack-o’-lanterns arrojando luz en las noches de Halloween, ten presente que estas calabazas no constituyen simplemente elementos decorativos; son portadoras de una historia sumamente enriquecedora que se extiende desde la época de los celtas y ha experimentado una continua evolución a lo largo de los siglos. La próxima vez que decidas esculpir una calabaza, estarás participando en una tradición que enlaza el pasado y el presente, al mismo tiempo que celebra la enigmática magia de Halloween.